Como en un anime, arrestan a sujeto por alojar a una colegiala

En Japón, un hombre de 34 años fue detenido por secuestrar en su domicilio y en otros lugares, durante un periodo aproximado de tres meses, a una chica de primer año de instituto a la que conoció en un videojuego en línea.

Colegiala

El sospechoso, Satoru Minamimaki (南槙悟), de 34 años, empleado de una empresa en Tokio, fue detenido como presunto autor del secuestro de una menor. Se sospecha que secuestró a una estudiante de 16 años que cursa el primer grado de instituto en la Prefectura de Kanagawa, a la que conoció a través de un videojuego en línea, desde aproximadamente el 14 de diciembre del año pasado hasta el pasado 20 de marzo.

Según la policía, una investigación de las cámaras de seguridad reveló que la colegiala había viajado en tren hasta la estación más cercana al domicilio del sospechoso. La policía efectuó el arresto del sujeto la mañana del pasado 20 de marzo, cuando salió de su casa y se llevó en custodia a la chica que estaba en su habitación.

De acuerdo con el reporte, la colegiala no presentaba ninguna herida. Durante los interrogatorios, la policía investigó las circunstancias de este incidente, mencionando que el sujeto admitió los cargos afirmando que “invitó a la colegiala a vivir con él sin solicitar el permiso de sus padres”.

Por supuesto, esta noticia no pasó desapercibida en los foros de comentarios en Japón:

  • «¿Se considera secuestro si ella huyó voluntariamente de su casa?».
  • «¿Se la folló?».
  • «Bueno, creo que el hecho de si se considera secuestro o no, es directamente proporcional a qué tan atractivo es el sujeto en cuestión».
  • «¿Se salvó el nacimiento de una nueva vida?».
  • «¿Eso se considera secuestro? ¿Acaso no simplemente estaban viviendo juntos?».
  • «El problema es que la chica era menor de edad, quizás si hubiera esperado solo dos años más».
  • «Ella misma se fue de casa y ella misma aceptó vivir con el sujeto en cuestión, pero este es un país de mierda en donde las mujeres no son castigadas por sus delitos, entonces es el hombre el que paga la condena».
  • «¿Y qué pasó con la escuela?».

Fuente: Otakomu